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Primera mujer en llegar a la Presidencia de Brasil, Dilma Rousseff es una de las mujeres más respetadas en el fomento y la defensa de los Derechos Humanos.
Dilma Rousseff, nacida en 1947, es una economista y política brasileña que, en 2011, se convirtió en la trigésimo sexta presidenta de su país y, además, fue la primera mujer en lograr ese cargo en Brasil. Sin embargo, en 2016, quedó suspendida de su cargo debido a un juicio de destitución en su contra y, finalmente, fue relevada de su cargo.
Hija de un padre búlgaro y una madre brasileña, Dilma Rousseff fue criada en un hogar de clase media alta en Belo Horizonte. Se volvió socialista durante su juventud y, en el Golpe de Estado de 1964, se unió al movimiento de resistencia que luchaba en contra de la dictadura militar brasileña. Pasó tres años en prisión tras haber sido capturada y torturada, pero, tan pronto como fue liberada, se dedicó a estudiar la carrera de Economía en la Universidad Federal de Río Grande del Sur, en Puerto Alegre. Con el debilitamiento de la dictadura, Rousseff inició su vida política y fue secretaria de Minas, Energía y Comunicación de Río Grande del Sur por parte del Partido Democrático Laborista (el cual ayudó a fundar). Más adelante, renunciaría para unirse al Partido de los Trabajadores, afiliándose con Lula da Silva, quien, al asumir la presidencia en 2002, la nombraría ministra de Minas y Energía.
En 2005, se volvió Jefa de Gabinete y, en 2011, se convirtió en la primera mujer presidenta de Brasil (y cuarta de toda América del Sur). Durante su mandato, Dilma fue conocida por la manera en que el país progresó. Su gobierno adoptó diversas medidas proteccionistas para defender la economía brasileña. Además, se disminuyó la tasa de desempleo, se sostuvo el mercado interno y el salario mínimo se elevó. Era el propósito de Dilma que se terminara la pobreza extrema en Brasil.
Sin embargo, y pese al buen gobierno que manejó Dilma, fue acusada de maquillar las cuentas fiscales y la firma de decretos económicos sin aprobación del Congreso de Brasil. Y, en 2016, fue destituida por Michel Temer.
Dilma Rousseff estuvo ubicada en el segundo lugar de la lista de las mujeres más poderosas del mundo, según la revista Forbes del 2013. Durante su gobierno en 2011, obtuvo el 47% de aprobación de su gestión y, en 2012, según el Instituto Brasileño de Opinión Pública y Estadística, tenía una imagen positiva del 77%. Dilma creía plenamente en Brasil y la fuerza interna que tenía para poder luchar frente a la Economía Mundial. Hoy en día, es considerada una de las mujeres más respetadas del mundo en cuanto a protección y fomento de los Derechos Humanos.
