Parte de lo que hace complicado generar una cultura organizacional funcional es que no hay una receta a seguir, ya que realmente no hay una cultura en una empresa o negocio que sea exactamente igual a otra, y hay que desarrollarla en base a objetivos, metas y factores propios. Sin embargo, existen ciertas bases y acciones que pueden llevarse a cabo para orientar la cultura organizacional en un sentido u otro, como la colaboración por ejemplo, de la cual hablaremos en este ocasión.

3 pasos para crear una cultura organizacional enfocada a la colaboración

Motivar la aportación de ideas

Si se está en una posición de poder o desde donde se toman decisiones y se está al cargo de otras personas una manera de impulsar la colaboración y mantener un contacto constante con la manera en que piensan que pueden aportar a la organización es escuchando sus ideas.

Nadie conoce mejor como funcionan las cosas que quienes las realizan, por lo que además de que se pueden encontrar excelentes ideas y soluciones de parte de los trabajadores también se fomenta la colaboración. Esto se puede realizar de distintas maneras, ya sea por medio de un buzón de sugerencias, correo electrónico, o incluso un grupo de Whatsapp dedicado a ello.

Fomentar la colaboración e innovación

Además de escuchar lo que los trabajadores tienen que decir también es útil hacerlos trabajar entre ellos, sin importar si son de diferentes departamentos o áreas de la organización, en tareas en específico. Esto no solo consigue el objetivo de aumentar la colaboración dentro de la organización, si no que también abre la puerta a tener un mejor clima laboral y a la generación de nuevas e innovadoras alternativas para la solución de problemas dentro de la organización.

Dejar dirigir a otros de vez en cuando

Otra medida a tomar para crear una cultura de colaboración dentro de la organización es permitir que otros tomen lugares de poder o realicen tareas de dirección cuando la oportunidad lo permita. Ya sea que en vez de llevar siempre la batuta en las reuniones se le dé la oportunidad a alguien más de estar al frente o que se ponga a alguien a cargo de los demás para llevar a cabo un proyecto, este tipo de acciones tiene más de un beneficio.

No hay que olvidar que al ser el jefe o el superior se intimida por naturaleza a los subordinados, lo cual puede provocar que se programen solo para complacer. Por ello es bueno pasar las riendas a alguien más de vez en cuando, así se dan cuenta que se es tal y como ellos.

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